Mensaje de Dios enviado a todos los Jefes de Estado del mundo
El 12 de febrero de 1998 Dios Padre había confiado a sus dos hijitos, la tarea de enviar a todos los Jefes de Estado del mundo una carta para obtener el don de la paz. Hoy estamos viviendo un momento muy difícil y dramático a causa de la crueldad y del odio. De haber escuchado, quién sabe si muchas de las víctimas inocentes se hubiesen podido salvar. Por lo tanto, este angustiado llamamiento, hoy en día todavía es actual para evitar un conflicto mundial.
El 12 de febrero de 1998, Jesús dijo: "...Sufro mucho porque el hombre no convierte su corazón, pero Dios Padre ha decidido dar a su hermana una gran tarea: ella debe escribir una carta a todos los Jefes de Estado de la tierra..."
Dos días después la carta, incluyendo un mensaje de Dios para lograr la paz en el mundo, fue enviada a través de las embajadas de alrededor de 130 países en Roma y también al Secretario General de la ONU, Sr. Kofi Annan. La carta y el mensaje de Dios se presentan a continuación.
Sr. Presidente / Su Majestad,
El mensaje de Dios le llega por medio de una humilde y sencilla creatura: Marisa Rossi. Dios le ha confiado la tarea de escribirle a todos los Jefes de Estado, para que dejen de matar al hombre y de hacer la guerra.
Escuche a su corazón, escuchará ahí la voz de Dios.
Las credenciales de Marisa son: amor, oración, sufrimiento e inmolación. Ella es una lámpara ardiente ante Dios y que incesantemente intercede para alcanzar el don de la paz.
Sr. Presidente / Su Majestad, la paz en su país y en el mundo también depende de usted.
Sinceramente suyo
Padre Claudio Gatti
Mensaje de Dios
Roma, 14 de febrero de 1998 - 2:00 p.m.
Querido Presidente / Querido Rey / Querida Reina,
eres un ser creado por Dios y, si no Le crees, al menos debes admitir que fuiste creado por un Ser Quien es Superior a toda creatura en el mundo.
Yo, Hombre y Dios, Quien creó el Universo, que te ama y ama a todas las creaturas en el mundo, te pido: no mates a tu hermano, quienquiera que sea, cualquiera que sea su nombre, cualquiera que sea su raza o religión, cualquiera que sea el color de su piel.
No mates, observa el Quinto Mandamiento, aprende a amar y a respetar, especialmente a las mujeres, los niños, los pobres y los enfermos.
El hombre, creatura viviente, es amado por un Ser Quien es Superior a todos.
No mates ni por la espada, ni por las palabras que pueden salir de tu boca.
¿Porqué matar, porqué hacer la guerra? ¿Es sólo para que puedas decir: "gané, obtuve un benefico"?
Jefe de tu nación, ¿cuál es tu gozo y satisfacción? ¿Estás convencido de que amas a tu gente y a la demás gente, cada vez que matas?
Si estás seguro de que amas, no mates: "AMA"
Cada hombre es tu hermano, es igual a tí, fue creado igual que tú, sólo que él no tiene el liderazgo y en muchas ocasiones es pobre y débil.
El Ser Supremo, Dios, te exigirá una explicación de lo que hiciste a tu hermano.
Dios, el Ser Supremo, es amor y no odio.
Detén la guerra de cualquier modo y ama a tus hermanos.