Decálogo para los consagrados a la Madre de la Eucaristía
(1) Comprometieres a respetar los Mandamientos de Dios y los preceptos de la Iglesia.
(2) Atender diariamente a la Santa Misa, si es posible, y recibir la Sagrada Comunión o visitar a Jesús ante el Santísimo Sacramento o hacer en casa una Comunión espiritual.
(3) Recurrir a la Santa Confesión de manera regular e inmediatamente si hay necesidad.
(4) Leer y conocer la Palabra de Dios, cuando menos los Evangelios.
(5) Rezar el Santo Rosario todos los días.
(6) Decir la oración comunitaria en casa si hay dos o más personas consagradas en la misma familia (duración y método a elección de los consagrados).
(7) Dar buen ejemplo y testimonio del modo de vida Cristiano en todo lugar. Involucrarse activamente con su parroquia y comunidad si es posible.
(8) Comprometerse a dar a conocer a otros la Madre de la Eucaristía y los menajes dados en el nombre de Dios.
(9) Hablar acerca y difundir las noticias del triunfo de la Eucaristía.
(10) Amar a la Iglesia, obedecer a la jerarquía de la Iglesia, y sentirse parte viva y diligente del Cuerpo Místico.