La carta "reservada" mandada por el Vicariato a los sacerdotes que ejercen el sacerdocio en Roma, para informarlos sobre la dimisión del estado clerical del Obispo Claudio Gatti
Esta es la verdad sobre el último golpe de satanás
Esta carta, que de palabra estaba reservada a los sacerdotes que ejercen el ministerio en Roma, ha tenido la más amplia difusión, porque ha sido distribuida incluso a seminaristas, religiosos, hermanas y laicos y expuesta públicamente en diversos tablones de anuncios.
Cuando un obispo suspende a divinis o reduce al estado laical a un sacerdote, ¿hace una publicidad tan difundida y extensa como ha hecho el Vicariato de Roma en lo que se refiere al Obispo Claudio Gatti?
De todo esto, descuella claramente que la amenaza que ha hecho Ruini a nuestro Obispo: "Me vengaré y lo destruiré", ha sido mantenida.
Cuando Dios intervenga para abatir la situación del Obispo Claudio Gatti y restablecer la verdad, no querríamos encontrarnos en el lugar de los que han condenado injustamente y de los que han acogido en silencio la condena de un inocente, atrincherándose farisaicamente tras la excusa de que la autoridad siempre tiene razón.
Traducción
Se da cuenta reservadamente a los Rev. Párrocos y Rectores de las Iglesias de la Diócesis de Roma, así como a todos los sacerdotes residentes en la misma y comprometidos en el cuidado de las almas o en cualquier forma de ministerio pastoral, que en fecha 18 de octubre ppdo. el Santo Padre Juan Pablo II -en la audiencia concedida al Cardenal Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe- ha dispuesto la dimisión del estado clerical "ex officio et in poenam, cum dispensatione ab omnibus oneribus e sacris Ordinibus manatibus" del Rev. Don Claudio Gatti, de la Diócesis de Roma.
La presente comunicación valga para incentivar la obra de tutela de la recta conciencia de los fieles, a los cuales todos los sacerdotes están sujetos.
Roma, 7 de noviembre de 2002
+ Mons. Cesare Nosiglia
Vicegerente