El 20 de Junio de 1999 Don Claudio Gatti ha sido ordenado Obispo por Dios
Marisa, los jóvenes, los adultos del Movimento Impegno e Testimonianza "Madre dell'Eucaristía" anuncian que el 20 de Junio de 1999 Don Claudio Gatti ha sido ordenado Obispo y ha recibido todos los poderes por Nuestro Señor Jesucristo, Primer, Supremo y Eterno Sacerdote de la Nueva Alianza, fundador y cabeza de la Iglesia y de la jerarquía eclesiástica.
Los miembros de la Asociación alzan hasta Dios una canción de alabanza y acción de gracias por haber dado la plenitud del sacerdocio a su pastor, encomiendan al recientemente ordenado Obispo a la protección de la Madre de la Eucaristía y piden oraciones, actos de mortificación, sacrificios y ayunos a todo los hermanos y hermanas de buena voluntad, de manera que Don Claudio tenga la fuerza de llevar a cabo la importante y difícil misión que Dios, Uno y Trino, le confió para provecho de la Iglesia.
Jesús, la Madre de la Eucaristía, San José y San Pedro repitieron muchas veces que Dios, en su propia libre iniciativa y sin pedir el consentimiento a la persona interesada, ordenó Obispo a Don Claudio Gatti.
Invitamos a todos leer con atención y respeto los mensajes sobrenaturales, que explican las razones por las cuales dió Dios dio la plenitud del sacerdocio y todos los poderes al pequeño sacerdote Don Claudio Gatti.
Roma, 8 de Septiembre de 1999, h.7:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Durante los meses de verano, que no han sido meses de fiesta para mis dos niños, Jesús y Yo hemos dado muchos mensajes, hablando sobre el episcopado dado por Dios a Don Claudio y sobre esos que calumnian y difaman a mi Obispo. Tendrán el texto de estos mensajes".
Sardinia, 26 de Julio de 1998, h.11:00 a.m. (mensaje de Jesús)
Jesús: "Estimado Don Claudio, serás el apóstol, el profeta, el Obispo, el capitán de la nueva Iglesia".
Teramo, 25 Abril de 1999, h.6:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Dios puede hacer todo, aún en este momento puede ordenar Obispo a tu sacerdote.
Dios puede hacer cualquier cosa, pero éste no es todavía el momento de ordenar Obispo a Don Claudio, esperamos el final de la guerra. Si los hombres que sabes no cambian, Dios me dijo que ordenará Obispo al sacerdote y Don Claudio podrá hacer todo lo que un Obispo hace. No te oculto que serán momentos muy duros para ti el desenmascarar a esos hombres que no están en el lugar correcto, que no están en estado de gracia, pero de ésta obra sufriente se originará la nueva Iglesia, el nuevo Papa, el cambio de todo. No bromeo, Marisela, soy muy seria cuando te digo todo esto. Lo que todavía no he podido hacer entender a todos es que defiendan a su sacerdote; cuando alguien dice que desobedeció, defiéndanlo, porque deben entender completamente que el haber obedecido a la autoridad eclesiástica, tenía que haber arrojado a Jesús la Eucaristía, tenía que haber dicho que se había engañado a él mismo y a ustedes; no podía hacer éso. Su sacerdote fué condenado, porque los hombres de la iglesia tienen poder en sus manos. No esperen que Dios ultraje su voluntad, no, no esperen eso, pero cuando mañana sean desenmascarados, esos momentos serán tristes para ellos y duros para ustedes. No puedo hacer nada; Dios te pidió luchar esta batalla que te puede llevar a la muerte, pero por tu, mi querido sacerdote favorito, no te inquietes, no vendrá pronto, pero muy tarde.
Marisa, si las cosas no cambian, Dios le dará el episcopado al sacerdote".
Roma, 20 de Junio de 1999, h.10:30 a.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Empezando hoy recen por esos que se preparan a casarse y oren por el que celebrará las Bodas, Dios le ha dado todos los poderes.
Don Claudio, en el nombre de Dios te digo que tienes todos los poderes que se dan a un Obispo. Cuando todo haya terminado, habrás obedecido a Dios y entonces obedecerás al Papa y a los hombres".
Roma, 20 de Junio de 1999, h.6:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Mi estimada Marisela, esta mañana no has entendido el mensaje de Dios. Mi Todo le ha dado la plenitud del sacerdocio a Don Claudio, por lo que tiene todos los poderes. Puede celebrar el Bautismo y la Confirmación, puede dar la absolución de los pecados a través de la Santa Confesión, puede celebrar la Santa Misa, puede bendecir y celebrar Bodas, puede dar la Unción a los enfermo, puede conferir la Santa Orden, esto es, puede ordenar sacerdotes y Obispos; esto es todo lo que un Obispo puede hacer".
Roma, 24 de Junio de 1999, h.5:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Sabes que tu sacerdote tiene todos los poderes, porque Dios lo quiso. Tu sacerdote está en el lugar correcto ante Dios, ante la Iglesia, ante la autoridad eclesiástica. En el futuro sabrás muchas cosas bellas".
Roma, 26 de Junio de 1999 (mensaje de Jesús)
Jesús: "Yo, Jesús de Nazaret, he ordenado Obispo a tu sacerdote, Yo, Jesús de Nazaret, en el nombre de Dios Padre, de Dios Espíritu Santo y Mio, Dios Hijo, he ordenado Obispo al sacerdote Don Claudio Gatti. Ordené al primer Papa y a los obispos apóstoles, pero todo ha sido cambiado. Mañana repetiré el anuncio de esta ordenación episcopal. No es importante que los hombres te dan la plenitud del sacerdocio: Yo Soy Jesús, Yo Soy Dios, sólo Yo puedo hacer todo lo que quiero y ningún hombre de la Tierra puede prevenirme de hacer algo. ¿Porqué le he dado el episcopado? Porque tu sacerdote ha sufrido por toda su vida, pero nunca traicionó a Dios Padre, a Dios Espíritu Santo y a Mí, Dios Hijo, nunca traicionó la Eucaristía que vertió su sangre, nunca traicionó a la Madre de la Eucaristía. Fue condenado porque no tiró la Eucaristía.
Nunca los traicionó, mis pequeños niños queridos, mi pequeño rebaño, que son pocos orando aquí.
¿Quien mas que, que su sacerdote, puede tener la plenitud del sacerdocio?
Será Obispo de por vida, por siempre. éste fue el deseo de Dios Padre, Mio, Dios Hijo y del Espíritu Santo, éste fue el deseo de mi y su Madre. Acéptenlo, respétenlo, ámenlo él, oren por él y verán cómo Dios los recompensará y les dará todo que necesiten".
Roma, 27 de Junio de 1999, h.10:30 a.m. (mensaje de Jesús y Nuestra Señora)
Jesús: "He venido de nuevo a repetir lo que les he dicho el dia de ayer, porque ésta es la voluntad de Dios. Dios te ha ordenado Obispo, te ha dado la plenitud del sacerdocio. Eres sacerdote para siempre según la orden de Melquisedec, tienes el episcopado dado por Dios porque siempre has amado a la Iglesia, a los hombres de la Iglesia y a las almas que salvé por Mi muerte.
Dios te ha dado el episcopado y, como ya sabes, en el día de fiesta de San Pedro y San Pablo celebrarás el aniversario de tu ordenación episcopal, porque vives en Roma y en Roma siempre es día de obligación. El próximo Martes estaré de nuevo contigo y con todos ustedes, para desearte un buen episcopado y toda suerte de bienes.
Los hombres, quiero decir los hombres de la Iglesia, no lo aceptarán, continuarán riéndose y repitiendo cosas no bellas, pero tú y ustedes, mi pequeño rebaño, siguan sin escuchar a nadie, sin dar explicaciones porque solo Dios puede dar y puede quitar, solo Dios puede hacer lo que El quiera. Ningún hombre de la Tierra te puede quitar el episcopado porque Dios Padre, Dios Espíritu Santo y Yo, Dios Hijo, estamos todos contigo. ¿Qué les pido, mi pequeño rebaño? Oren, oren mucho por su Obispo, porque cada vez que Dios le da un regalo se vuelve siempre mas difícil para el vivir en la Tierra, porque por envidia, celos o maldad fue siempre condenado. Aquel que ama a Dios, acepta la orden de Dios. Dios no dijo: "eres libre de aceptar o no aceptar," Dios dijo: "Yo te ordeno Obispo". Nosotros en el Paraíso sabemos que hacer más tarde. Sin duda no es bello para los hombres de la Iglesia que hayamos dado el episcopado a su sacerdote. Hay muchas situaciones y personas que no están bien en la Iglesia, pero Yo, Jesús, no quiero hablar sobre ello; Yo sólo les pido orar. El martes que viene, es día de obligación, aquellos que puedan, permítanles venir aquí, porque es la fiesta de San Pedro y San Pablo, Quienes están cerca de Mí y es la fiesta de su Obispo, es una fiesta espiritual y quiero invitarlos a una eterna, fiel y fuerte oración.
ésto es lo que Dios Padre, Dios Espíritu Santo y Yo, Dios Hijo, les dice, pequeño rebaño: ¡oren!
Su sacerdote recibió todos los poderes, pero aquella gente que erroneamente lo condenó le causarán sufrimientos de nuevo, pero no lo harán personalmente, porque no vienen aquí, envían espías.
Pero recuerden ésto: Aquellos que profanan la Eucaristía son excomulgados "sentencia del latae" reservada a la Sede Apostólica, ésto es son excomulgados "Ipso facto." Ustedes nunca profanen la Eucaristía, su sacerdote nunca profanó la Eucaristía, sino que él la amó tanto que hoy sufre y está en el cruz como Yo, pero ésta es un cruz que debe dar alegría y espera.
Alégrense y regocíjense con la cruz.
Vuelvo al Padre y al Espíritu Santo, les dejo esta alegría: el episcopado que le he dado a su sacerdote.
Volveré en medio de ustedes la próxima fiesta de San Pedro y San Pablo y también de su Obispo.
Conviértanse todos, porque si no se convierten, finalmente Dios será justo y juzgará. Ahora El es aún misericordioso, entonces dará su juicio y ustedes que vienen aquí a espiar para obtener algo de sus cabezas, ustedes que no creen, ¿cómo se encontrarán ustedes mismos?
Vamos, mi sacerdote favorito o más bien, diría, "Su Excelencia," pero para mí tu eres mi sacerdote favorito; vamos ustedes, vamos mis queridos peueños apóstoles y este pequeño rebaño que te aman aun cuando hay algunas imperfecciones, aun cuando hay pequeños celos entre ellos y a veces poca unión entre ellos. Tienes tu episcopado, eres Obispo en todo para todo y para todos. Gracias por todo lo que haces por la Iglesia. Dios ha hecho uso de ti, sacerdote pequeño y ahora gran sacerdote y de la víctima que está cerca de ti para ayudar a la Iglesia. Si Dios no te hubiere ayudado, no hubieras sido capaz de hacer lo que has hecho hasta hoy; Dios Padre, el Espíritu Santo, Yo, Jesús y la Madre de la Eucaristía estamos todos contigo. Jesús te agradece y también a todos Ustedes.
Tengo todavía algo que decir. Si alguien no entiende el mensaje, como la Madre mucha veces dice, ya que no pueden dar por ustedes mismos una respuesta correcta, no hablen de ello entre ustedes, sólo su sacerdote puede contestarles. Su Excelencia".
Marisa: "¡Jesús se inclinó! ¿Estas bromeando?".
Jesús: "No he bromeado, cuando lo llamé excelencia, he bromeado cuando me incliné".
Nuestra Señora: "Mi estimado sacerdote favorito, soy tu Madre, soy la Madre de todos ustedes: el Paraíso te desea todo lo mejor y en la fiesta de San Pedro y San Pablo, se repetirán los deseos. San Pedro fué el primer Papa elegido por Jesús, por Dios, tu fuiste ordenado Obispo por Dios, porque Dios puede hacerlo todo.
Mis hijos queridos, gracias a todos. Con mi sacerdote favorito".
Marisa: "También Nuestra Señora se inclina hacia Don Claudio".
Nuestra Señora: "Los bendigo a todos, a sus seres queridos y a sus artículos sagrados y los cubro con mi manto maternal".
Roma, 29 de Junio de 1999, h.10:30 a.m. (mensaje de Jesús)
Jesús: "Hoy es una gran fiesta, aun cuando prepare de repente porque Dios Padre también puede tomar decisiones de repente, puede hacerlo todo; harás la gran fiesta en Septiembre".
Nuestra Señora: "Marisela, ¿estás asombrada porque he venido vestída de Domingo?".
Marisa: "No, no estoy, porque nada me asombra ya".
Nuestra Señora: "He venido aquí vestida de mi ropa de Domingo para desear lo mejor al nuevo Obispo. Ahora me inclino y adora a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Los apóstoles San Pedro y San Pablo, todos los ángeles y los santos están aquí para adorar a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo".(La Teofania Trinitaria se produce)
Marisela, quedate sentada, estarás de pie durante la Santa Misa, Dios te dará la fuerza caminar, pero sabes que nunca recuperarás en la Tierra".
Marisa: "¡Que visión tan maravillosa! ¿Ahora quién va a hablar de todos Ustedes?".
Jesús: "Mi estimado sacerdote favorito, Yo, Jesús, te ordené Obispo el 20 de Junio, pero tu propia fiesta episcopal es hoy, el 29 de Junio, fiesta de San Pedro y San Pablo. Hoy es una gran fiesta, es una muy grande fiesta, la Comunidad misma no entendió cuan grande es el episcopado, que Dios te ha dado. Hay mucha alegría, hay mucho sufrimiento, hay mucho dolor, pero debes disfrutar esta alegría y dejar todo en las manos de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y de Mí, Dios Hijo.
Soy el Primer y Eterno Sacerdote, te ordené Obispo. Deja a la gente hablar y hacer, no te inquietes más de lo necesario.
Ustedes, mi pequeñ rebaño, no se informen de cosas no bellas, no escuchen cosas no bellas.
El hombre común no puede entender completamente la importancia de este gran regalo que Dios quería darle a Don Claudio. Cardenales, obispos y sacerdotes pueden entender, pero no quieren entender y que Dios puede llamar a su sacerdote al episcopado y hacer lo que ha ya ha hecho.
En el pasado Dios llamó a Pedro, hoy llamó a Claudio. ¿Porqué asombrarse? ¿No puede hacer Dios todo? ¿Quien puede orden cualquier cosa a Dios?
Yo, Jesús, los invito orar por su Obispo, pero no informen lo que puede causar su sufrimiento; guardenlo para ustedes mismos. Si escuchan algo contra él, no escuchen, sacudanse la arena de sus zapatos y siguan adelante; Yo, Jesús, me comporté de esa manera. Mis Apóstoles no fueron escuchados por el Sanedrin, al contrario fueron perseguidos, lastimados y enviados a prisión.
Mi sacerdote querido, los hombres de la Tierra te pueden permitir vivir o matarte, pero tú, mi pequeño rebaño que crecieron y escucharon de su sacerdote la catequesis y la explicación del Santo Evangelio del que hace un poema, deben ayudarlo mediante la oración.
Hoy, Yo, Jesús, te digo que tienes que llevar los signos del episcopado. ¿No te quieres vestir en pompa magna, como dices? No importa, pero debes llevar por lo menos el solideo, la cruz, el anillo y el pastoral, como señales de tu episcopado, debes llevarlos.
Don Claudio no quiere los signos episcopales que son muy llamativos. Si no quieres, no gastes dinero en la ropa de Obispo y las otros signos episcopales.
Marisela, ve cómo se viste Pedro, fue el primer Papa y tiene sólo una túnica. Ahora levántate Marisela porque Nosotros sólo tenemos que desearle bien al nuevo Obispo, de manera que siga haciendo su apostolado como lo ha hecho hasta ahora: explicando el Santo Evangelio, dando catequesis, explicando los mensajes de Dios, traidos por la Madre, la mensajera de Dios, como se define Ella misma, porque los mensajes son todos de Dios. ¿Qué mas debemos decir? Estamos aquí y también contemplamos al nuevo Obispo. Cuando el 20 de Junio que ordené Obispo a Don Claudio, ni aún tú, Marisa, lo entendiste".
Marisa: "A veces es difícil entender lo que haces".
Jesús: "Pero entonces en la tarde cuando fuiste a ese lugar, ¿no te dió la Madre un mensaje? ¿No enlistó todo lo que Dios le ha dado a Don Claudio? El episcopado da la posibilidad de celebrar todos los Sacramentos. Todo pasó el 20 de Junio, aun cuando la fiesta del aniversario es retardada al 29 de Junio, porque es día de obligación en Roma.
Dios Padre, Dios Espíritu Santo y Yo, Dios Hijo, la Madre de la Eucaristía, San Pedro y San Pablo, los Angeles, los Santos y todos las almas salvas, estamos contigo, Don Claudio y nosotros te bendicimos.
Sé que estás avergonzado de dar la bendición episcopal, así que por el momento haz lo que sientas que hacer, en lugar de hacer tres cruces corriendo, haz una cruz muy despacio.
Don Claudio, guardate en ser tan sencillo come siempre has sido, pero por lo menos solideo, el pastoral, la cruz y el anillo, debes llevarlos absolutamente. Aceptalos, sé que ésto te cuesta, pero sé humilde".
Marisa: "Escucha, Jesús, la cruz que Don Claudio tiene es provisional porque ninguno hemos tenido tiempo de ir y comprarla, porque hiciste todo al último minuto. Ahora seguimos en trabajo-fiesta, esperamos que fuera más fiesta que trabajo, entonces haremos todo lo que debemos hacer: ¿está bien?".
Jesús: "Nosotros en el Cielo estamos de acuerdo con todo, Marisela. Ustedes, hombres de la Tierra siempre se quejan de algo.
Don Claudio, te dí el episcopado porque tu eres un sacerdote que dio todo a la Iglesia y a las almas, porque amas profundamente la Eucaristía. Lo que Me gusta muchísimo es que amas muchos a las almas. No todos entienden tu gran amor y sobre todo no entienden cuando das algunas advertencias, porque surgen la soberbia, el orgullo y la envidia. Repito: Don Claudio, guardate en ser tan sencillo come siempre has sido, pero con la plenitud del sacerdocio, con el episcopado. Los mejores deseos, Arzobispo, Excelencia".
Marisa: "Todos se inclinan. ¿Jesús, cómo tengo que llamar a Don Claudio ahora? A mi madre quien le hizo esta pregunta, contestó: "Como me has llamado hasta ahora: Don Claudio".
Jesús: "Después de que hayamos dado la bendición con el Obispo, harás lo que te he dicho".
Marisa: "Pero sabes que estoy avergonzada".
Don Claudio: "También yo".
Jesús: "Sí, Don Claudio, no parecen, pero ambos están apenados".
Marisa: "¡Sí, podrías escoger a otros dos!".
Jesús: "Con Su Excelencia, monseñor Claudio Gatti, los bendigo, a sus seres queridos y a sus artículos sagrados. Agradezco y amé esta obra maestra hecha por ustedes. Mi queridos jóvenes, pero en particular me gustó esta cruz con flores. La cruz es alegría, amor y aroma de flores, ¡gracias!".
Sardinia, Terra delle Stelle (CA), 3 el Julio de 1999, h.6:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Mi querido Obispo, quiero darte toda la fuerza y el valor para continuar con la misión larga y dura. Dios te dio el episcopado para ayudar a la Iglesia.
Mi presencia significa que tienes que entender que estoy siempre contigo, con Marisela y con tus hijos, también con aquellos que están ausentes pero que en este momento Marisa ve aquí presentes.
Ahora están presentes también los Angeles y los Santos pero sobre todo Jesús está presente, lleva la cruz. Mi qierido Obispo, tú sólo tienes que escuchar lo que Dios te dice y no lo que dicen los hombres que no son capaces de amar. Escucha a Dios, pon en práctica lo que Dios te dijo, lo que Dios te está diciendo y lo que te continuará diciendo.
Mi querido Don Claudio, después de los apóstoles, eres el primero y el último Obispo ordenado por Dios. Dios te dió el episcopado y solo Dios te lo puede quitar.
La gente criticará mucho, pero no te inquietes, déjalos hablar.
Tus niños están aquí, al tu lado, están todos, está también el pequeño Jacopo. ¿No significa esto nada para ti? Dios les da la posibilidad de estar a tu lado a tus hijos queridos".
Sardinia, 7 de Julio de 1999 (Santo de Don Claudio - mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Estoy aquí para darle mis mejores deseos a Su Excelencia.
No te ruborices, sabes que eres Obispo, porque Dios te dió el episcopado.
Asistan a la Santa Misa como si fuera la última de su vida y tú, mi estimado Obispo, excelencia reverentísima, celebra la Santa Misa como si fuera la última de tu vida. Dios suavisará el camino por ti, los hombre no harán nada por ti, tu lo sabes esto, así es que no te sientas de más, acepta, ama, sufre y ofrece".
Sardinia, 15 de Julio de 1999, h.6:30 p.m. (mensaje de Jesús y Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "En el nombre de Dios los bendigo a todos los presentes con todo mi corazón, pero tú, monseñor Claudio, excelencia, Me debes bendecir, tu Madre, tu esposa, porque te casaste con la Iglesia, tu hermana.
Ves, poco a poco todo lo que Dios prometió se vuelve realidad. Hoy tienes a un Obispo contigo, un Obispo santo, no uno ordinario, pero un Obispo elegido por Dios; lo más importante es la elección hecha por Dios. Dios no miente, Dios no traiciona, Dios ama y amó. Dios quiere en el estandarte episcopal que tú, Marisela, pongas "bendecido por el Obispo Claudio". Ese estandarte que hiciste con mucho amor y gran sacrificio es muy importante, muy importante. Lo que es bello es que cada punto que se puso e aún removido, no es así Marisela y Barbara, se ha hecho con amor y gran sacrificio. Este sufrimiento, hija mia, tiene acompañado el borde de ese estandarte, pero cuántos almas se han salvado. De ese estandarte tienes que hacer algunas tarjetas santas que tienes que distribuir a todos, como recuerdo de la consagración de Don Claudio.
Jesús: "A ti, mi querido Obispo, quien también será un mártir de la Iglesia, gracias por haber aceptado en silencio y emoción el episcopado, el sacerdocio pleno. No te inquietes, alguien se burlará de ti, alguien te calumniará; chismografías y acciones malévolas nunca se acaban. ¿Pero que te dijimos? "No los tomes en cuenta, ve y aléjate," como el gran poeta Dante escribió".
Marisa: "Jesús, en el sueño que me permitiste tener vi ese jeroglífico, ¿qué es eso?".
Jesús: "Marisela, ¡es el pastoral!".
Sardinia, 15 de Julio de 1999, h.10:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Marisa: "¡Ya que venido, dí algo bello!".
Nuestra Señora: "Hiciste algo bello; esa cruz, esa sencilla cruz que le has dado a tu Obispo, es la cosa más bella que podrías haber hecho; ésto es un principio. Estoy contigo, aun cuando a veces te parece estar sola".
Tossicia (TE), 5 de Agosto 1999, h.8:45 p.m. (mensaje de Nuestra Señora y Jesús)
Nuestra Señora: "Dios dió el episcopado a Mons. Claudio, no para permitirle glorificarse y enorgulleserce, no es una persona que se enorgullezca, se lo dió porque Lo ama y porque quería que el sacerdote tuviera la plenitud del sacerdocio. Don Claudio es un Obispo y tiene todos los poderes, pero la vida será dura todavía para mi hijo favorito, porque no será entendido por los hombres buenos y los hombres malos se mofarán de el".
Jesús: "Vamos, Don Claudio, arzobispo, excelencia, vamos. Desgraciadamente la vida de muchos de mis sacerdotes queridos están insípidas, sucias y sabes que la misión confíada a tí por Dios también concierne a tus hermanos en el sacerdocio".
Tossicia (TE), 9 de Agosto de 1999, h.8:43 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Marisela, sufres muchísimo; ninguna criatura en la Tierra sufre tanto como tú, ningún Santo en el Paraíso sufrió tanto como tú. ¿Pero no estás feliz? Dios ordenó Obispo al sacerdote. Los otros no creerán, no entenderán; no tienes que estar interesada en esto, ustedes dos son dos gemas preciosas delante de los ojos de Dios".
Tossicia (TE), 14 de Agosto de 1999, h.11:17 p.m. (mensaje de Jesús)
Jesús: "Don Claudio, ¿no quieres vestir el traje episcopal, no te quieres vestir como un Obispo? ¿Porqué?
"Saludos al Obispo" dijo el pequeño Jacopo y no se daba cuenta de lo que decía, solo podía entender que la palabra Obispo era algo grande".
Tossicia (TE), 15 de Agosto de 1999, h.7:59 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Dios le dio el episcopado a Don Claudio y no podía negarselo, Dios pidió la inmolación total, el martirio de amor a su hermana y no podía negarselo.
El sacerdote no está suspendido del ejercicio de las funciones sagradas (a divinis), porque los decretos no son válidos y porque el que los hizo está excomulgado por haber profanado la Eucaristía. De hecho cayó en excomunión "latae sententiae" reservada a la Sede Apostólica (can.# 1367)".
Tossicia (TE), 23 de Agosto de 1999 (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "He venido sobre todo para agradecer al Obispo por el heroísmo, por su determinación y por su abandono total a Dios que demuestra a cada momento.
El 14 de Septiembre harás una gran fiesta al Obispo; todos ustedes se deben de comprometer para hacerlo realidad: adultos y jóvenes.
No pueden entender que ser ordenado por Dios es una gracia, un regalo maravilloso y muy grande".
Tossicia (TE), 28 de Agosto de 1999, h.7:25 p.m. (mensaje de Jesús, Nuestra Señora y San José)
Nuestra Señora: "Hoy es una gran fiesta para ustedes. Tienen un Obispo santo, pero ninguno de ustedes se puede dar cuenta el peso de la Iglesia se ha incrementado sobre sus hombros. Ahora no tiene la fuerza física; el cansancio, dificultades, difamaciones, la enfermedad lo postraron, pero Dios intervendrá para ayudarlo, cuando el momento de luchar llegue para permitir que la verdad triunfe y entonces se desenmascararán todos los enemigos de la Iglesia.
Mucha veces les dije hay sacerdotes buenos, pero temen y sacerdotes no buenos que siguen con la carrera y continuan recolectando poder y dinero.
Les pido orar por su Obispo; los hombres malos no aceptan que Dios lo haya ordenado Obispo.
Los buenos, los teólogos temerán a los hombres de la Iglesia, pero no Dios, no el Obispo. Deben temer a Dios. Dios intervino ordenando Obispo a Don Claudio, porque los hombres de la Iglesia no van correctamente y se han ido apartado de mi hijo Jesús.
Van tras sus propios intereses y ellos hacen creer que oran cuando hay muchas personas, cuando hay Televisión, cuando están los medios de comunicación. Se sientan en el trono, ¿pero que le dan a Dios? Nada.
Dios requiere obispos santos, sacerdotes santos, cristianos santos, no requiere medias-tazas.
Dios quería darle el episcopado a mi sacerdote favorito. Verá, Don Claudio, de vez en cuando algo llegará. El tiempo de estar bajo un celemín ha terminado.
Mi querido hijo Obispo, sabes mejor que Yo que las personas que no aman son malas".
San José: "Vamos, excelencia, tienes toda la Iglesia en tus hombros".
Nuestra Señora: "Entre mas cerca que estés del 14 de Septiembre, más te diré lo que tendrás que hacer y cómo hacerlo. Don Claudio, ¿estás de acuerdo?".
Tossicia (TE), 29 de Agosto de 1999, h.10:00 a.m. (mensaje de Jesús y Nuestra Señora)
Jesús: "Yo, tu Jesús he venido, para hablarte de nuevo sobre amor, paz, serenidad aún en las dificultades de la vida que son muchas. Jesús está aquí contigo y te ama con un amor inmenso. Ahora estás en la gran prueba, pero tienes que vivirla con alegría.El fin de toda esta gran prueba para ti y para todos aquellos que siguen el camino de mi Obispo es la felicidad. Hay de aquellos que se atreverán a calumniar a mi Obispo, momentos duros y penosos llegarán para ellos.
Nadie puede dejar que se ofenda, calumnie, difame lo que Dios Omnipotente hizo. Dios ordenó Obispo a Don Claudio y ningún hombre de la Tierra, ni el Papa, puede desconocer su episcopado. Todos los hombres de la Tierra deben aceptar lo que Dios Omnipotente hizo. No le dio la plenitud de sacerdocio para hacerlo feliz y poderoso, lo escogió porque el amó, porque es capaz de amar, porque su generosidad es inmensa: sólo por esta razón. Mi obispo aman las almas y está listo a morir aún para salvar un alma, si el alma se quiere salvar.
Escribe este mensaje y proclámalo. Ningún hombre de la Tierra puede calumniar, difamar y no aceptar lo que Dios hizo. Dios puede hacer todo lo que quiera, Dios es omnipotente y sabio, Dios es Todo y puede hacerlo todo. Hay de aquellos que negarán a mi Obispo. Lean el Evangelio, llamé casa de víboras, sepulcros blanqueados, a aquellos que se atrevieron a luchar contra los planes de Dios. Aquel que se opone a la voluntad de Dios, peca seriamente y es difícil para él entrar el Reino de los Cielos.
Quien escucha y consiente las calumnias y las difamaciones es culpable del mismo pecado. Cuando alguien habla mal del Obispo, de la vidente, de los milagros Eucarísticos, no lo escuchen, porque si escuchan, pecan como él. Defiendan a Dios, a la Iglesia, al Obispo o callense, pero no estén de acuerdo con lo que dicen.
Vuelvo a Dios Padre, a Dios Espíritu Santo y Te dejo María, Madre de la Eucaristía".
Nuestra Señora: "Después de todo lo que mi hijo Jesús dijo - y estoy con él - la Madre solo puede repetir que Ella te ama. Los amo a todos. Mis queridos hijos, continuen amando y amense los unos a los otros y ayuden al Obispo: Su Excelencia Mons. Claudio".Marisa: "¡Se inclinó al Obispo!".
Nuestra Señora: "Ayudenlo. No pueden darse cuenta de cuanto necesita ser ayudado, de hecho porque es un Obispo. La Madre agradece a aquellos que hicieron su mejor esfuerzo en ayudarlo en este período, por así decirlo, de fiesta".
Marisa: "¡Sí, porque nunca ha sido una fiesta!".
Nuestra Señora: "Dios prometió que te dará la fuerza para seguir. Sean felices y amen. Pongan en práctica lo que Jesús dijo: "Primero aprendan cómo amar, y luego oren". "Que la mano derecha no sepa lo que hace la mano izquierda". Cuando hagan alguna buenas acciónes, no suenen las trompetas, mantenganlas en silencio, porque humillas a las personas que amas si todos saben lo que haces. Un proverbio de la Tierra dice: "Una palabra al sabio es suficiente".
Marisa: "¡Tu lo sabes todo! Este proverbio es nuestro, no del Cielo".
Nuestra Señora: "Deseo que te relajes durante estos pocos días que han quedado. Relajate tanto cuando puedas".
Marisa: "Nos relajamos si Jesús y tu nos dejan en paz. Esten tranquilos que nostros nos relajamos".
Nuestra Señora: "No tú, Marisela, tu no te relajarás, experimentarás la Pasión de nuevo".
Marisa: "¿Soy un ser humano? ¿Entonces, como ser humano, podría sentirme un poco mejor? Los jóvenes están felices porque te lo he pedido, haz como quieras".
Nuestra Señora: "Ahora es importante que tú, Mons. Claudio, celebres la Santa Misa, como si fuera la última de tu vida. Ustedes, mis queridos jóvenes, asistan a la Santa Misa y reciben a mi hijo Jesús como si fuera la última vez en su vida, asistan en estado de gracia, con todo su corazón y todo su amor. A aquellos que salen de Roma, vengan y presiónen sus dientes. Su hermana dice: "Puedes hacerlo", porque ella no puede".
Marisa: "¡Tu sabes todo!".
Nuestra Señora: "Vamos. Dales serenidad a tus hermanos. Los mejores deseos a todos. Con mi y su Obispo los bendigo, a sus seres queridos, a sus artículos sagrados. Los cubro con mi manto maternal y los guardo firmemente en mi corazón. Hoy proponganse a ustedes mismos no verter lágrimas".
Marisa: "¡Estamos un poco conmovidos! Hemos estado bajo un celemín por veintiocho años, entonces de repente nos pusiste en el candelabro. Estar en él es más duro, pienso que está mejor estar bajo un celemín".
Nuestra Señora: "Ahora asistan a la Santa Misa y estaré al lado del Obispo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
Tossicia (TE), 3 de Septiembre de 1999, h.8:20 p.m. (mensaje de Jesús)
Jesús: "Por mí ustedes son todos mis niños. Su Excelencia Mons. Claudio es mi niño favorito".
Marisa: "Jesús, estamos muy felices de que le hayas dado el episcopado a Don Claudio, pero dile al Papa que de su aprobación de manera que todos lo acepten".
Jesús: "No, es más grande ser eligió por Dios. El Papa sabe lo que tiene que hacer, pero no hace la voluntad de Dios todavía".
Marisa: "¿Es tan difícil hacer la voluntad de Dios?".
Jesús: "Sí, Marisela, es difícil. Todos están bien haciendo cosas pequeñas o haciendo grandes dramatizaciones, pero cuando es hora de moverse y en verdad hacer la voluntad de Dios, muy pocos están listos para hacerla completamente. Recuerda lo que dije el domingo: "Hay de aquellos que calumnien y difamen a mi Obispo. Cometen un pecado grave". Marisa: "Te has puesto serio, serio, Jesús".
Jesús: "Ahora está la Santa Misa y estaré en el altar con el Obispo ordenado por Dios. Hay de aquellos que no aceptan lo que Dios hizo. ¿Dios está antes o después del hombre?".
Marisa: "¡Antes, pero permite que lo hombres lo entiendan!".
Tossicia (TE), 4 de Septiembre de 1999, h.8:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Marisa: "¿No estás preocupada por el Obispo? Te He hablado a ti sóla sobre el Obispo, sobre su misión, grande y muy bella, quizá o sin el quizá es la más grande de todas que Dios podría confiar en la Tierra a un sacerdote y a todos nosotros. Pero ¿quién puede entender esto?".
Nuestra Señora: "Aquel que ama, Marisela. Aquel que no ama, que traiciona, que por envidia y celos calumnia y difama, nunca entenderá, ni aunque Jesús se apareciera ante él, porque tiene a satán en su corazón.
No puedo decirles a todos los videntes que tu eres un Obispo santo, porque la envidia y los celos saltarían y porque no creerían que Dios puede decir y hacer todo, no depende de las órdenes de los hombres. Saben que Dios puede hacerlo todo, saben que Dios puede voltear aun al mundo entero, pero ellos sólo repiten que Dios es misericordioso y bueno, nunca dicen que Dios puede dar órdenes y no debe pedir permiso a nadie, en su opinión ésto es imposible, porque primero está el hombre, y luego Dios. Envidia y celos siempre saltan. ¿Quién es el hombre? El hombre fue creado por Dios. El hombre sin Dios no es nada, aun cuando sea el más poderoso del mundo. El hombre más poderoso del mundo no arregla su mente para hacer la voluntad de Dios, pero para amorlo y orar por él. No pueden saber tantas cosas".
(Nuestra Señora le da a Marisa el 12vo secreto que las personas presentes no pueden oír)
Marisa: "Sí, he entendido, pero yo sólo te pregunto si puedo hablar con el Obispo sobre él, porque sola no puedo guardar tantos secretos. Pero no permitas que sufra mas. Dale todo lo que le has prometido pronto, porque estamos muy cansados y luego haz conmigo todo lo que quieras".
Tossicia (TE), 5 de Septiembre de 1999, h.11:30 a.m. (mensaje de San Pedro y Nuestra Señora)
San Pedro: "He venido por ti, Mons. Claudio Gatti. Cuando Jesús me dijo: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia" y cuando me eligió como primer Papa, temblé, me sentí muy pequeño, temí muchísimo, pero su apoyo nunca faltó, ni en vida ni después de su muerte y resurrección. Jesús hará lo mismo contigo. Te eligió Obispo, te dio un regalo y una gracia muy grande. No eres un simple Obispo eligido por el hombre, pero por Dios. Tendrás que enfrentar muchas dificultades, especialmente debido a los hombres de la Iglesia que saben muy bien que cuando Dios llama, el llamado debe contestar. No aceptarán tu episcopado debido a envidias y celos. Sigue adelante, porque no sólo la Trinidad, no sólo la Madre de la Eucaristía, sino también los otros apóstoles y Yo te ayudamos. No estarás solo para llevar esta gran carga; tendrás pocos adultos, alrededor de ti no hay la masa de personas com oha sucedido con otras apariciones, no hay muchas apariciones ya, tendrás a pocos jóvenes, pero santos, porque Dios los quiere santos. Tu eres santo ya en la Tierra y ésta es una muy grande gracia. Dios pone sus ojos en ti, aun cuando a veces parece que te ha olvidado a ti, a Marisela y a todos los que te siguen. Eres Obispo respecto a todo, tu sacerdocio es completo. Para ti será muy difícil ejercer el episcopado, porque eres un cordero y los hombres quieren enviarte a tu muerte, pero todos nosotros estamos contigo. Los mejores deseos, excelencia, de Pedro, Pblo, Juan y todos los otros apóstoles que están cerca de mí, de todos los ángeles y los santos". Nuestra Señora: "Don Claudio, arzobispo, excelencia, como quieres, eres mi estimado sacerdote favorito. Vamos, quizá no me sientas cercana, pero siempre estoy cerca de ti. Desgraciadamente éste es el planeta Tierra y éste es el hombre.
Sé fuerte y cuando momentos de desaliento lleguen, acuestate donde quieres, abraza el crucifijo y abrazame que estoy cerca de ti".
Roma, 8 de Septiembre de 1999, h.7:30 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Hoy su deber es: ayudar al Obispo ordenado por Dios.
¿Quién puede destruir este regalo de Dios?
¿Quién es el hombre para imponerse a Dios y destruir lo que Dios hace?
Dios hace lo que quiere, cómo quiere y cuando quiere. Oren, oren por este Obispo que Dios escogió lo mismo que él escogió a Pedro, pero hay de aquel, y repito lo que mi hijo que Jesús dijo, hay de aquel que destruye a mi Obispo.
El pecado es grave, porque destruye el trabajo de Dios.
Repetiré esto de nuevo: el sacerdote no quería honores, poder, riqueza, no buscó nada, porque él sólo trató de amar y ayudar a las almas.
Muchos entendieron y lo aceptaron, muchos lo negaron y lo calumniaron.
Aquel que no puso a Dios en primer lugar, no puede entender a mi Obispo".
Roma, 13 de Septiembre de 1999, h.10:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Mis hijos queridos, su Madre les habla. Como saben bien, están frente a Jesús la Eucaristía y está presente su Obispo que comentó los mensajes. Han leído la bella oración y las intenciones, le han dado mucha alegría a Jesús la Eucaristía, han escogido las partes más exhaustivas e importantes de los mensajes, para que se entendiera la grandeza y unicidad del episcopado dado por Dios a Don Claudio. Aun cuando hoy es la víspera de la exaltación de la Cruz y del cuarto aniversario de la primera aparición eucarística, hablo extensamente del tercer punto de la vigilia de la oración: la elección a el episcopado de Don Claudio Gatti. No han entendido todavía la importancia de esta elección de Dios, que recayo en una sencilla criatura que sufre todo el tiempo y que se da completamente a las almas, aun cuando no todas ellas responden. Ser eligido Obispo por Dios es un muy gran regalo que sólo tú, Don Claudio, puedes tener, porque tu amor por las almas es grande".
Roma, 14 de Septiembre de 1999, h.11:00 p.m. (mensaje de Nuestra Señora)
Nuestra Señora: "Mis queridos hijos, Dios escogió a su sacerdote y lo ordenó Obispo. En la historia de la Iglesia es la primera vez que Dios da el mismo gran regalo a su sacerdote, después de haber ordenado Obispos a San Pedro y a los Apóstoles. Mi hijo Jesús dijo: "Por años y años que has estado bajo un celemín, ahora ya basta, te ordeno Obispo y te doy todos los poderes".
Para Don Claudio no será fácil hacer su episcopado, porque el mundo no quiere entender que Dios puede hacer lo que quiere y en cualquier momento.
Dios le dio el episcopado a Don Claudio, porque, sólo como Obispo, puede aceptar y soportar todas las dificultades y puede continuar con la gran misión que sólo nosotros del Cielo y estas dos criaturas saben: Don Claudio y Marisela.
Los secretos que tu hermana guarda son muy pesados para ella y muy difíciles para el Obispo. Miren a su alrededor: Dios elige al Obispo, Dios lo ordena sin pedir permiso y ¿donde están sus hermanos?
El Obispo está en el cruz como Jesús, pero la cruz da alegría y salva a los hombres que se quieren salvar. La cruz puede ser sufriente, pero les da la salvación para la vida eterna.
A veces las personas que no creen están mejor que las personas que creen. Alguunos continuan enviando por delante a otras personas par hacer el mal (Unas personas que estaban afuera del jardín, aprovechan la oscuridad de la noche, tiraron piedras a las personas reunidas para la reunión de oración. Afortunadamente, el toldo que cubre el thaumatúrgico lugar impidió que los presentes fuera heridos).
Desgraciadamente los grandes hombres son cobarden, se esconden y envían a pequeños hombres por delante. Diré a su hermana cómo han ido las cosas e informará sólo al S. E. el Obispo.
Marisela, pensaste que éste es el último golpe de Satanás. No, éste es el golpe de ésa gente que trata de destruirte. Estabas un peco asustada, pero todo pasó. No ésas gentes que tiraron piedras cayeron en pecado, sino essa gente que los envió. Disfruta esta fiesta, disfruta al nuevo Obispo y amalo, como repites en tus oraciones, porque él te ama, como Jesús y Yo te amamos.
Marisela, toma la cruz hecha por los jóvenes y daselo al Obispo.
(Los jóvenes hicieron un cruz, la adornaron con flores y la apoyaron en los escalones del altar)
Este nuevo Obispo, dije esto muchas veces, no sera aceptado y por envidia y celos sufrirá mucho y llegará a decir: "¿Porqué no puede Dios, mi Todo, hacer lo que el quiere? Quien eres tú para oponerte a Dios".
Sacerdotes, obispos, cardenales, teólogos, todos tendrán algo que decir contra Don Claudio, sobre todo aquellos que no aman la Eucaristía. Por el contrario, aquellos que no son buenos, temerán y guardarán silencio.
Ayuden al Obispo, oren por él".